La enfermedad de Alzheimer es una alteración neurodegenerativa , que suele dar síntomas en personas de la tercera edad, aunque cada vez es más común su aparición en adultos jóvenes (a partir de 40 años).
Dicha enfermedad se produce a raíz de la disminución de un neurotransmisor cerebral (un facilitador de envío de información entre neuronas), la acetilcolina, provocando una alteración en el rendimiento del sistema cerebral. .
¿Qué causa esta disminución de acetilcolina? No se conoce la causa exacta, pero si los múltiples factores que intervienen en su aparición. Los más comunes son:
- Edad: Acumular años es un factor claro, pero no determinante. La enfermedad aparece entre los 60 y 65 años, situándose la edad media del diagnóstico en los 80 años de edad.
- Sexo: las mujeres lo padecen con más frecuencia debido, sobre todo, a su más alta esperanza de vida.
- Herencia familiar: Se calcula que alrededor de un 40 por ciento de los pacientes con Alzheimer presenta antecedentes familiares.
- Factor genético: varias mutaciones en el gen de determinadas proteínas suelen aparecer en personas afectadas por la enfermedad.
- Factores medioambientales: Malos hábitos de salud y de vida muestran un claro factor de riesgo para padecer Alzheimer.
La detección precoz del Alzheimer es vital para frenar su avance
Identificar los primeros síntomas del Alzheimer
Cambios de memoria
Dificultad para planificar
Problemas para realizar tareas cotidianas
Desorientación
Errores en reconocer imágenes visuales
Nuevos problemas con el uso de palabras
Aumento del desorden
Cambios de humor y pérdida de iniciativa
Tanto la personalidad como el humor se ven afectados. El enfermo de Alzheimer se vuelve desconfiado, confuso, irascible, ansioso. Y se nota más fuera de su ambiente cotidiano.
Los talleres de pintura son buenos ejemplos de actividades de prevención del Alzheimer
¿Qué hacer ante la detección de estos cambios?
Primero de todo evitar ignorar cualquier de estos síntomas. Si nota cualquiera de ellos vaya al médico.
La detección y diagnóstico temprano permite aliviar los primeros síntomas y iniciar el trabajo para retrasar los efectos de la enfermedad de Alzheimer.
Así cómo el entrenamiento y adaptación del entorno de la persona afectada para mantener su máxima calidad de vida.
Evaluación y valoración del Alzheimer
Para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer, el médico de cabecera o un especialista como un neurólogo y/o geriatra, revisarán la historia clínica, antecedentes patológicos y farmacológicos, así como sus síntomas. El médico también realizará varias pruebas.
El médico o profesional sanitario valorará los siguientes ítemes:
- La capacidad cognitiva de la persona anciana.
- Examina si existen cambios de conducta o personalidad.
- Valora el posible grado de deterioro de la memoria y la de la capacidad de razonar.
- El desarrollo de las actividades de la vida diaria.
- El origen de los síntomas que muestra el paciente anciano.
Los médicos pueden solicitar análisis y pruebas de diagnóstico por imágenes del cerebro adicionales, pruebas más explícitas para la memoria. Sobre todo para descartar posibles enfermedades que cursan con síntomas parecidos.
Prevención del Alzheimer
- Mantener hábitos saludables referentes a la dieta y al descanso.
- Evitar el sedentarismo y mantener una actividad física semanal.
- Realizar ejercicios de estimulación cognitiva.
- Tejer una gran red social de amistades, familia.
- Promover viajes, conocer nuevas personas, tener nuevos aprendizajes.
Insistimos, ante los primeros síntomas del Alzheimer, consulte con su médico. Ponga freno al Alzheimer.