Las estadísticas nos lo dicen claramente: somos un país que envejece de manera clara y constante. De ahí que recurrir a los servicios de una residencia de ancianos es una buena solución para nuestro futuro.
En un estudio muy reciente realizado por la prestigiosa entidad especializada en la tercera edad, Envejecimiento en red, nos marca claramente la necesidad de utilizar los servicios y ventajas que ofrecen las residencias de ancianos.
Conocer los motivos por los que vivir en una residencia de ancianos nos dará tranquilidad y seguridad, ya sea para nuestro familiar como para nosotros mismos, en caso de estar buscando un servicio como este.
La rehabilitación en residencia, un servicio necesario
Un abanico de servicios al alcance
Una residencia de ancianos es un centro de atención especializado en la tercera edad. Da cobertura a las necesidades y peticiones de las personas ancianas, buscando darles la mayor calidad de vida.
Para ello, las residencias se nutren de personal humano especializado en la tercera edad. Con un abanico amplio de diferentes profesionales se cubren todas las áreas de una persona: social, cognitiva y física.
Estos profesionales, tales como médicas, enfermeras, fisioterapeutas, psicólogas, gerocultoras, trabajadoras sociales, animadoras, educadoras y un largo etcétera, preparan actividades enfocadas a estimular, potenciar y/o mantener las capacidades de los ancianos.
Unos servicios que se engloban dentro de un plan de intervención individualizado para estimular al máximo a la persona mayor.
Preservar un envejecimiento activo
Al contrario de lo que se suele pensar, una residencia de ancianos es un lugar de estimulación constante del envejecimiento activo. Y lo hace desde diferentes ámbitos. Veamos unos ejemplos:
- Arquitectónico: las residencias están diseñadas para favorecer al máximo la autonomía y funcionalidad de las personas ancianas. Con habitaciones amplias, adaptadas y preparadas para vivir cómodamente.
- Actividades con el entorno e intergeneracionales: Se promueven actividades con la finalidad de conocer y mantener la relación de la persona con su entorno más cercanos, así como con las nuevas generaciones.
- Uso de nuevas tecnologías: La realidad virtual, el uso de App’s para el móvil, así como la wii, son tecnologías que cada vez proporcionan mayores y mejores usos para la estimulación de la persona mayor.
Continuar con sentido de vida en una residencia de ancianos
A menudo hay mucho miedo de ingresar en una residencia. Los mitos pesimistas que dicen que una vez dentro de una residencia la persona ya no tiene vida, aún pesan mucho.
La realidad es otra muy diferente. En una residencia la vida sigue. Y sigue aún para seguir aprendiendo y compartiendo vivencias.
Gracias a lo que se conoce como la valoración geriátrica integral, los profesionales de las residencias tienen información física y funcional de la persona mayor, además de todo lo relacionado con su historia de vida: sus vivencias y sus valores.
Evitar la soledad
Salidas en el entorno para envejecer activamente
La soledad, considerada en la actualidad como una enfermedad, es un gran handicap para las personas mayores. Les provoca aumento de la dependencia, más posibilidad de sufrir enfermedades y aumento de la posibilidad de sufrir algún deterioro cognitivo.
En las residencias se hace un trabajo constante para evitar la soledad y el sentimiento de sentirse solo.
Este trabajo se ve reflejado en la disposición de muchas residencias, como es el caso de Allegra: Distribuida en 5 unidades de convivencia, de no más de 30 personas, con las mismas similitudes en necesidades y capacidades, provoca una mejor convivencia y relación entre las personas mayores.
Las actividades están muy enfocadas en favorecer gustos comunes y acercar afinidades entre los residentes, generando nuevas amistades.
Además de horarios flexibles que permiten el contacto a voluntad con familiares y viejos amigos.
Envejecer con seguridad gracias a una residencia de ancianos
En lo más hondo del sentimiento humano está la protección, el sentirse seguro y a salvo. El proceso de envejecimiento nos hace pensar que no somos capaces por nosotros mismos de darnos seguridad. Está también es una función importante de la residencia.
Con los sistemas de llamado en las habitaciones, así cómo los horarios de atención sanitaria son ejemplos claros del aumento de sensación de seguridad, de sentirnos protegidos.
El uso de productos de soporte, como grúas, sillas de ruedas, cinturones, etc, provoca seguridad en las transferencias, así como en los desplazamientos de los residentes.
Por todo ello, la residencia de ancianos es una buena solución para que nuestro familiar, o nosotros mismos, tengamos una buena calidad de vida.