Existe mucha información respecto al proceso de envejecer desde el punto de vista físico y cognitivo. Y no se habla tanto de los trastornos de conducta en ancianos que pueden ir asociados al envejecimiento y sus consecuencias.
El ingreso de un familiar mayor en una residencia suele producirse a raíz de las alteraciones que producen los trastornos de conducta en el cuidado del familiar.
En este artículo veremos cuáles son los trastornos más comunes, sus afectaciones y posibles tratamientos o abordajes, siempre teniendo en cuenta la persona mayor.
¿Qué son los trastornos de la conducta?
Los trastornos de la conducta son comportamientos anómalos en personas ancianas que pueden ser debidos a dos causas, principalmente: adaptaciones al proceso de la vejez o bien a raíz de algún proceso patológico agudo.
Los problemas de visión afectan a la conducta en el anciano
Las personas cuando envejecemos nos vamos adaptando a los cambios fisiológicos y cognitivos de nuestro cuerpo, Y a veces no suficientemente rápido. Es cuando aparecen los trastornos de conducta como los siguientes:
- Cambios de humor: pasan de la alegría al enfado de forma muy rápida y sin motivo aparente.
- Dificultad para resolver problemas: la comprensión numérica y abstracta se ve comprometida.
- Pérdidas de memoria: lapsus de memoria, sobretodo de la memoria reciente
- Deambulación errática: necesidad de andar sin ninguna dirección establecida ni objetivo, solo andar.
- Desorientación en espacio y tiempo: Les cuesta situarse en el lugar y el tiempo en que se encuentran.
- Apatía social: Tienen la necesidad de no entrar en contacto con las personas, lentamente se va aislando
- Problemas en los sentidos de la vista y el oído: aparición de ruidos disonantes y visión doble.
- Agitación y alucinaciones: son los trastornos más graves
También sucede que aparecen por causa de un proceso patológico agudo, como por ejemplo una neumonía. Por eso es necesario un buen diagnóstico diferencial por parte de un médico, para confirmar origen y plantear un correcto tratamiento.
Consecuencias de los trastornos de conducta.
Cuando estos trastornos aparecen, no solamente resulta afectada la persona mayor, sino también su entorno. Veamos cuáles son las consecuencias para cada uno:
- Para la persona que los sufre aparecen sentimientos de inquietud, también tristeza, angustia, enfado. Sin olvidar posibles estados de agitación, alucinaciones, intranquilidad e insomnio.
- En cambio para los cuidadores aparecen sentimientos de desgaste, de agotamiento, también de vergüenza. Y a veces esta situación precipita en un posible inicio de abuso y maltratos por pérdida de control.
La combinación de estas dos situaciones, la del anciano y la de su entorno familiar, son el motivo principal de pedir ayuda y también del ingreso en una residencia para poder controlar los trastornos de conducta.
Tratamiento farmacológico de los trastornos de conducta.
Acertar con el fármaco adecuado nunca es fácil. Y con los trastornos de la conducta en ancianos, todavía es más difícil.
Se hace imprescindible identificar el origen del trastorno para determinar bien el fármaco más adecuado y así evitar la polimedicación con las posibles interacciones y efectos secundarios que puede generar.
De hecho, en ocasiones los trastornos de la conducta vienen producidos precisamente por la interacción entre distintos fármacos. Por eso es tan importante no auto medicarse y acudir siempre a la consulta del médico.
Los principales fármacos de tratamiento más comunes de los trastornos son los antidepresivos y los ansiolíticos, conjuntamente con los estabilizadores del ánimo.
Cómo actuar sin medicación
La actividad física, una muy buena opción de tratamiento
Existe un gran componente emocional y cognitivo en los trastornos de conducta de las personas mayores, y por ello es necesario abordarlos también sin medicación.
¿Cómo lo podemos hacer? Por suerte tenemos diversas opciones.
Salas snoezelen
Son salas de estimulación sensorial que como objetivo estimular ciertos sentidos y despertar emociones y sensaciones dirigidas a la calma de la persona mayor, su confort y conseguir el máximo de relajación posible. Ideal para personas mayores que se encuentran agitadas.
Ejercicio físico y fisioterapia
Esta demostrado científicamente que el ejercicio físico proporciona bienestar. La segregación de la hormona de la serotonina al realizar ejercicio nos proporciona ese placer. El ejercicio terapéutico, de la mano del profesional de la fisioterapia, nos va a dar la máxima ventaja y competencia de la actividad física con la máxima seguridad posible.
Psicoterapia
La sensación de tristeza, aislamiento social y depresión son de los trastornos más comunes. La actuación de la psicología con la psicoterapia esta más que demostrada su eficacia.
Terapia asistida con animales
El vinculo ancestral entre el hombre y los animales es la base de la terapia asistida. Gracias a ello la persona puede conectar con emociones que hacia tiempo no tenía, como la responsabilidad o la necesidad de cuidar a alguien más débil. Es una buena terapia para ayudar a la persona a ubicarse.
Musicoterapia y aromaterapia
Estas dos terapias utilizan dos de los sentidos que más profundamente nos calan: la música y el olor.
Tanto la música como el aroma van directamente a la parte más profunda de nuestro cerebro, directamente a las emociones más primitivas, realizando un gran trabajo de reminiscencia. Al mismo tiempo, produce en la persona anciana una gran sensación de relajamiento y bienestar.
Cuido a un familiar con trastornos de la conducta, ¿qué puedo hacer?
Cuidar y cuidarse, combinación esencial para el buen trato
Es la gran pregunta. Y su respuesta no es nada fácil.
En Allegra lo sabemos, y por ello hemos creado una guía para el cuidador, con información detallada sobre el cuidado de uno mismo para poder ofrecer lo mejor de nosotros a nuestro familiar mayor
A grandes rasgos, una buena manera de realizar una buena atención es seguir estos 4 consejos básicos:
- Comprender, distraer, ser paciente, compasivo, respetuoso con el familiar.
- Registrar los sucesos, individualizar las conductas. Anotar cada caso para poder informar a los profesionales sanitarios y ayudarles a identificar mejor el tipo y origen del trastorno de conducta.
- En ningún caso discutir, enfrentar, aislar, presionar ni personalizar. Evitar culpabilizar a la persona mayor.
- Y sobretodo, como decíamos antes, luchar contra la depresión de los cuidadores, cuidarse a sí mismo.
Los trastornos de la conducta en ancianos son difíciles de llevar. Requieren dosis muy altas de paciencia y amor. y a menudo no es suficiente. Confíe en expertos en atender a personas mayores. Confíe en los profesionales de Allegra, comprometidos con la tercera edad.