La disfagia es una patología muy asociada a la tercera edad. Las estadísticas así lo afirman: se estima que entre el 7 i el 20% de las personas mayores de 65 años la padecen.
Esta patología puede provocar un empeoramiento del estado de salud y del propio proceso de envejecimiento, debido a que afecta a una actividad clave, la alimentación en la tercera edad.
En el ámbito residencial, la disfagia es una de las patologías más controladas y con las que más se interviene. Aquí les estadísticas también lo indican, debido a que un 44% de los mayores institucionalizados tienen diagnóstico de disfagia.
Siga leyendo para conocer más de cerca esta patología.
¿Qué entendemos por disfagia?
Básicamente, la disfagia es la dificultad al tragar. Esta patología provoca problemas al tragar, sea líquidos o sólidos.
El proceso de deglución, aunque no lo parezca, requiere de la acción de varios músculos y de su coordinación. Cualquier afectación a nivel muscular, nervioso o articular puede provocar problemas al tragar.
Estos problemas los podemos resumir en dos:
- Dificultades para formar el bolo alimenticio (parte de comida y líquido que tragamos)
- Dificultades para llevar el bolo alimenticio a la boca del estómago
Importante permitir que la persona mayor coma sola
Las causas pueden ser variadas. Para conocerlas, lea el siguiente capítulo.
¿Qué causa la dificultad al tragar?
Como decíamos anteriormente, las causas pueden ser múltiples. Aún así las dividiremos de la siguiente manera:
- Cambios físicos relacionados con la edad: menos producción de saliva, cambios de tono muscular en el proceso de masticación, desajustes dentales, disminución de las contracciones del esófago, pérdida de peso.
- Lesiones anatómicas de la zona de deglución: aparición de tumores, infecciones, inflamaciones, cirugías, estrechamientos de laringe, faringe y esófago.
- Enfermedades neuromusculares: Alzheimer, Parkinson, Enfemedad lateral amiotrófica, accidente vascular cerebral, demencias, diabetis mellitus.
Aunque las causas sean varias, los síntomas de la disfagia suelen ser coincidentes. En el siguiente capítulo veremos cuáles son y la forma de tratarlos.
Síntomas y tratamientos de este trastorno
Detectar e interpretar de forma rápida las señales de padecer disfagia, es muy importante para realizar un abordaje lo más temprano posible.
Síntomas
Para ello, es necesario estar atentos a diversos síntomas que el anciano puede presentar:
- La persona mayor comienza a comer de forma más lenta, mucho más despacio de lo normal.
- Presenta dificultad para masticar o mover la comida en la boca.
- No retiene la saliva y babea con frecuencia.
- Pierde peso de forma regular.
- Deja de comer alimentos que antes le gustaban.
- Presenta restos de comida en la boca al acabar.
- Cometa que tiene dolor al tragar.
- Rechaza líquidos o agua.
- Evita comer con más gente, y por tanto se va aislando.
- Tiene sofocos en medio de la comida.
- Se atraganta y tose con mucha frecuencia.
- Y presenta infecciones respiratorias de forma continuada.
Ante estos síntomas, todos o alguno de ellos, es necesario la derivación y consulta con el médico, sea primero el de cabecera o directamente el especialista, para tener un buen diagnóstico.
El tratamiento debe ajustarse a las causas que provocan los síntomas. Aún así, en personas ancianas, sea cual sea el síntoma, el objetivo es el mismo: conseguir que la persona mayor se nutra correctamente.
Para ello es necesario que la persona tenga una buena nutrición y una buena hidratación. Al mismo tiempo que se evitan atragantamientos o aspiraciones de alimentos en el sistema respiratorio.
Tratamiento
Un buen entorno ayuda a evitar la disfagia
Las medidas a tomar no sólo se refieren al tipo de comida, sino que también tienen en cuenta el entorno, los utensilios, etc. Veamos cuáles son las posibles medidas para tratarla y/o prevenirla:
- Comer en una ambiente tranquilo, sin distracciones. La comida es óptimo que dure entre 30 y 40 minutos, y siempre comer a la misma hora.
- En la medida de lo posible, permitir que el anciano coma por si solo.
- Realizar una buena higiene bucal: dientes, prótesis, lengua. Preferentemente con cepillo eléctrico.
- La persona sentada para comer tiene que tener la cabeza y la espalda alineada. Si está en la cama, incorporarla en un ángulo de 60º entre piernas y tronco
- Evitar mezclar sólidos con líquidos.
- Poner poca cantidad de comida tanto en el plato como en los utensilios.
- Jugar y experimentar con los sabores, temperaturas, etc.
- Utilizar triturados o alimentos texturizados.
Prevención y tratamiento de la disfagia en Allegra
En Allegra, realizamos un trabajo en equipo para prevenir y tratar la disfagia. En nuestra elaboración del menú de la residencia, tenemos en cuenta preparar alimentos para facilitar la ingesta de las personas mayores afectadas.
Entre el servicio médico, enfermería y nutricionista, elaboran un menú con todas las garantias nutricionales para nuestros mayores.
El uso de espesantes para los líquidos, como también el uso de triturados, y cada vez más el uso de texturizados, permiten trabajar tanto la prevención de la disfagia como la estimulación de la memoria gustativa, reminiscencia y sabores.
Nuestro compromiso con las personas mayores nos lleva sacar ventaja de una patologia como la disfagia para trabajar más aspectos de nuestros mayores.