Ya lo decía el gran Miguel de Cervantes «el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho». Los beneficios de la lectura se conocen de hace siglos, y también benefician de la lectura a la persona mayor.
En este artículo veremos la importancia de mantener el hábito de la lectura, repasando los beneficios de la lectura y cómo podemos seguir leyendo conforme envejecemos para mantener un buen envejecimiento activo.
Beneficios claves de la lectura en tercera edad
Los beneficios de la lectura en ancianos son múltiples y se dan en todos los ámbitos de la persona: físico, cognitivo y social. Veamos unos ejemplos.
Mejora de la empatía
La lectura nos permite ponernos en la piel de los personajes literarios. Eso nos proporciona un entrenamiento genial para, en la vida real, tener la capacidad de ponernos en la situación de otras personas.
Recordemos que la empatía es la capacidad de entender y comprender a la persona que tenemos delante. Y gracias a ella también comprender y aceptarnos a nosotros mismos y nuestro proceso de envejecimiento.
Aumento de la concentración
Es sano mantener el hábito de lectura
El hecho de seguir una historia, un diálogo o una situación descrita en una página, obliga a nuestro cerebro a concentrarse en una tarea concreta.
Está acción permite a las personas mayores trabajar la concentración, evitando así episodios de desorientación o despiste.
Entretenimiento
Nada mejor que una buena historia para estimular nuestra imaginación y así entretenernos. De bien sabido es que un libro es una ventana abierta a una infinidad de posibilidades.
Mejoría de la memoria
El trabajo conjunto del aumento de la concentración y el entretenimiento favorece de forma clara a la mejoría de la memoria en personas mayores.
La necesidad de seguir un hilo argumental, recuperar historias pasadas, recordar diálogos etc, ayuda y favorece de forma clara a mantener la memoria y a estimular nuevas conexiones neuronales.
Mayor bienestar
Distraerse, concentrarse en una actividad lúdica y relajada nos proporciona una sensación muy grata de bienestar. En la persona mayor es necesario tener bienestar, sentirse bien.
Facilidad para conciliar el sueño
La concentración, en definitiva, el trabajo de estimulación cognitiva conlleva la necesidad de darle descanso a nuestro cerebro. La manera de darle descanso es el sueño.
Tener un sueño reparador es básico y necesario para la persona mayor y el proceso de envejecimiento.
La lectura tiene múltiples beneficios para personas mayores
¿Cómo habituarse a leer?
A menudo, debido al proceso de envejecimiento, la persona mayor tiene tendencia a abandonar la lectura. Aparte de una buena adaptación para favorecer la lectura, es importante tener en cuenta los siguientes consejos para mantener el hábito de la lectura en la persona mayor:
- Disponer de variedad de textos y libros: No a todo le mundo le gusta lo mismo durante todo el tiempo. Adaptar la lectura a nuestros gustos actuales y sobretodo, retar a nuestra mente a nuevas lecturas facilita el mantener la lectura.
- Cualquier género es válido: Lo más importante es leer, y toda lectura es positivo. Como dice el refrán «sobre gustos, no hay disputas».
- No convertir la actividad en una obligación: leer debe de ser, ante todo, placentero. Si queremos convertirlo en hábito, es necesario que nos guste y lo realicemos en el momento que creamos más adecuado.
- Compartir la nueva afición con amigos y familiares: nada mejor que compartir lo leído, conocer la visión de los demás. La lectura es un buen vínculo intergeneracional que favorece las relaciones humanas.
- Buscar bibliografia recomendada: Existen libros especializados en personas mayores que pueden ser de mucha ayuda para fomentar la lectura en la tercera edad.
Ejemplo de adaptación de letra en biblioteca Allegra
Adaptar la lectura a las necesidades de la persona mayor
Adaptar la lectura a las capacidades físicas de la persona mayor es la clave más importante para mantener el hábito de la lectura.
El proceso de envejecimiento puede conllevar a una pérdida de fuerza que haga imposible mantener un libro. En estos casos el uso de un atril es fundamental.
El atril debe ser firme y suficientemente adaptable tanto al libro como a la persona, para favorecer la mejor posición de lectura.
Hay diferentes tipos de atriles, sea para una mesa, la cama o hasta de pie. Lo importante es que sean regulables, sólidos y funcionales.
Frente a los problemas de visión, existen dos posibilidades: aumentar la visión con la ayuda de una lupa, o bien aumentar el tamaño de la letra, como se realiza en Allegra, adaptando libros con letra muy grande.
La luz también es básica: debe de ser con una intensidad adecuada y situada de forma que ilumine bien, sin deslumbrar.
En Allegra, todos los espacios comunes están pensados para favorecer al usuario. Por eso, fomentar la lectura en la persona mayor es una de nuestros objetivos.